La aceituna sirve para broncearse, nutrirse la piel, suavizarse el cutis… La aceituna extremeña es un cosmético eficacísimo.
Hay botes, tubos, tarros frascos de gel de baño, de cremas protectoras para después del sol, de champú… Hay también paté de aceituna e incluso mermelada de aceituna para prepararse exquisitos desayunos antioxidantes. Los olivos extremeños son una fuente de sorpresas. De ellos nace el aliño, el aperitivo, los afeites que engalanan y los aceites que fríen.
La aceituna de Extremadura se ha convertido en una preciosidad que se envasa con primor: en botellas delicadas, en tarritos exquisitos, en relicarios varios. Es la joya de los frutos.